Poco a poco, fue dando paso a una media melena que, en mitad de los partidos, bajo los focos y el sudor, mostraba su peor faceta. Durante la primera fase de su exitosa carrera, Nadal lucía su característica melena ondulada. Ese paciente, aunque en el momento tenga apenas una pérdida de densidad o entradas poco pronunciadas, puede tener al final una alopecia tan grande que el implante se le quede como una isla en mitad de la cabeza.