El fútbol era también una excusa para encontrarse en grupo los ciudadanos y seguro que para lanzarse consignas políticas. Las ocho mujeres, sentadas en sus máquinas unas 10 horas al día, arman mil camisetas en una jornada. Kukuxumusu, pijamas, camisetas y ropa interior femenina y … Aquella oportunidad Angélica vendió unas 25 mil camisetas. Aunque por tratarse de un negocio ilegal no hay conocimiento de cuántas personas se dedican a la producción de camisetas ilegales, equipaciones futbol según Angélica solo en la ciudad de Bogotá pueden ser más de 100 fábricas de este tipo.