En los octavos de final esperaba el húngaro Ujpest Dozsa en octubre, y ganaron 0-1 en la ida, con un Valencia que puso más corazón que cabeza, y 2-1 en la vuelta. El debut fue en una ronda previa en agosto, por lo que se suspendió ese año el Trofeo Naranja, con el modesto Union Luxembourg como rival. El siguiente equipo fue de más entidad, el Hajduk Split, campeón de la desaparecida Yugoslavia, un duro rival que logró un empate 0-0 en el Luis Casanova y en la vuelta al Valencia le costó sudor empatar 1-1 con un gol de Claramunt que clasificaba al equipo por el valor doble de los goles fuera de casa.