Sin embargo, al año siguiente, gracias a la incorporación de varios jugadores provenientes del Badminton F. C., Everton consiguió mejorar sus resultados en las competencias locales, alcanzando la final de la Copa Sporting, en la que fue derrotado por el tercer equipo de Santiago Wanderers por 3 tantos a 0 el 29 de agosto. Ese año además el club adoptó un nuevo uniforme, consistente en camiseta granate con mangas azules y pantalón blanco.