El 3 de julio, disputó los cuartos de final en el Estadio Ellis Park contra la selección paraguaya. En la final fue apoyado por otros tres árbitros, los asistentes Matthias Arnet y Francesco Buragina y Claudio Circhetta como cuarto juez, todos de nacionalidad suiza. La mala temporada anterior trajo consigo una reestructuración de la plantilla. La temporada finalizó con polémica, ya que en la última jornada el Celta matemáticamente salvado se medía en Balaídos con el Deportivo Alavés, encuentro en donde ofreció una mala imagen y cayó derrotado, costándole la categoría al Racing de Ferrol.