Durante todo el descenso por la Patagonia argentina una de las cosas que más he disfrutado aparte de sus paisajes es su gastronomía. Si uno busca mayor tranquilidad puedes visitar la azulada Iglesia de Santa Lucía o el Templo de San Francisco, tiendas en las que se venden productos de las comunidades indígenas de los Altos de Chiapas como Nemizapata o el Centro Cultural TierrAdentro, el Centro de Desarrollo de la Medicina Maya que posee un nutrido herbolario y en donde si lo deseas un j´ilol puede diagnosticar tus males y hacerte una curación de cuerpo y alma; y el espectacular Taller Leñateros en el que hombres y mujeres mestizos e indígenas producen papel hecho a mano con varias especies de flores, bejucos, líquenes, camiseta de francia bambú y telas diversas.