Las puertas están más abiertas en balonmano, aveces con polémica, como en 2015, cuando Qatar facilitó en exceso la llegada de extranjeros, como Daniel Saric, ante la falta de materia prima autóctona con calidad para jugar el Mundial. Los citados futbolistas son tres de los 21 jugadores que, a lo largo de la historia, han vestido las camisetas del Villarreal y del Betis. No son tan estrictos en waterpolo, donde solo es necesario esperar un año.