La selección alemana es una de las pocas que se ha atrevido con un cambio más osado en su primera equipación. Desde su entorno así lo ratifican y plantean que no demostró afinidad por ningún club de fútbol del Gran Mendoza, pero sí de su terruño: Deportivo Malargüe. No es la única sorpresa de la marca alemana, que también ha suscitado muchos comentarios por la segunda casaca de Argentina, de un color morado intenso “símbolo de la lucha por la igualdad de género” y con un degradado en la parte baja que simboliza “los rayos del sol de mayo”.