Se jugaron múltiples partidos benéficos y torneos regionales. De los sevillistas, a Campanal le sorprendió el estallido de la guerra en su tierra, Asturias, y tras servir en el ejército republicano, tras la caída del frente Norte, regresó a Sevilla. Otro aspecto relevante de la Copa Mundial de 1950 consistió en un cambio en el formato de competición: Uruguay se alzó con el triunfo tras derrotar en un cuadrangular final a los líderes de los cuatro grupos participantes, específicamente después de un partido disputado contra los anfitriones brasileños que además eran los favoritos para ganar la copa, razón por la que se le ha referido coloquialmente como el «Maracanazo» -en alusión al estadio donde se disputó el juego-.